sábado, 15 de marzo de 2008

La camioneta, el cambio y la clave (que te pario)


Leyendo a [486] en Subdesarrollados en el post Una de plata: la historia del ingeniero (reloaded) me hizo recordar una singular compuhistoria que sucedió hace ya bastante.

Por aquel tiempo, yo daba mis primeros pasos, y mi padre (que en paz descanse) compró una camioneta vieja con intenciones de hacer un negocio que nunca se concretó y además me lo regaló para que yo lo trabaje.

Fue en la época, aproximadamente, de los primeros meses, del primer año, de la carrera de informática en la que nos conocimos quienes hoy somos el grupo de amigos Los Bytes Extraviados.

Resultó ser que la camioneta, era tan vieja, que siempre tenia una ñaña, y una de ellas era el cambio (al volante), que a veces se trababa para diversión de los demás conductores. (¡je!)

Entonces, mi padre me sugirió ir a ver a tal mecánico, que; o casualidad, resulto ser el padre de un compañerito de curso (principiante él en esto del mundo de las PCs y muy curioso por cierto).

El mecánico me hizo colocar la camioneta sobre una fosa, y durante varios minutos observó y observó, estudió al vehículo, me hizo hacer cambios hasta el cansancio y en un momento dado me dijo: -ya sé, esperame aquí, que ya vuelvo.

Mientras esperaba, llegó mi compañero de clases: -¿eh, y vos que haces acá? – nos preguntamos al mismo tiempo. Una vez aclarada las cosas él agregó: - ya que estas en casa, ¿podrías ver mi compu? no puedo entrar más. – Ok, le respondí.

En eso, su padre, el mecánico llegó y nos vio conversando animadamente. – bueno, veamos sus cambios – y acto seguido, léanlo bien por favor, bajó a la fosa, y con un alambre, (si leyó bien, alambre) ató unas varillas que no pude ver bien y ajustó una tuerca (solo una). –Listo, joven, ahora ya no tendrá más problemas con el cambio de la camioneta.

-Gracias – respondí (por favor, ¿por qué le habré preguntado?), - ¿Cuánto es…, le debo algo?

- Si claro, son solo XYZ pesos

-(¿queeeee?, se me pararon los pelos hasta de la nariz, pero si solo lo ató con alambre) Como no, aquí tiene Ud. Señor, muchas gracias. Saco la camioneta y si no le importa voy a verle a Gustavo que quería mostrarme algo de la compu..

- Por supuesto, si claro, adelante, estas en tu casa.

- Hola Gustavo, ¿Qué te pasó?

- Mira, no se que toqué, pero desde ayer, no puedo entrar mas a la compu.

En resumen le puso clave de acceso al hardware en la bios, y mucho que él se acordaba cual era su propio nombre….

-Uuhh, la hiciste bien grande, ¿eh?, eso se ve jodido, préstame un destornillador.

Le quité la tapa al gabinete, y la observé y observé, la estudié un poquito y dije:

-ya sé, aguántame un poquito – y como ya se habrán imaginado provoqué un cortocircuito a la pila.

Con voz triunfante añadí – probadlo ahora – y la maquina arranco sin problemas ante sus ojos asombrados.

Y quedó tan contento Gustavo, que su alegría me iluminó la tarde, hasta que el pez abrió la boca:

-Gracias, ¿cuánto es, te debo algo?

- Si claro, son solo XYZ pesos.

De que recuperé mis xyz pesos, los recuperé, y yo sé que quizás no me gane el cielo por esta, pero que fue placentero, si que lo fue.

1 comentario:

[486] dijo...

Sublime!
Un gusto verlos volver, voy a seguir por aca a ver que encuentro. Saludos